Cuando estaba por culminar el bachillerato, Jaime supo que su padre tuvo el sueño de estudiar en la ESPOL, pero no pudo cumplirlo. Ahora, mientras lo entrevistamos como uno de nuestros graduados que triunfa en el extranjero, nos cuenta ese recuerdo como un pilar de su historia, que empezó en Manta, siguió en la ESPOL y actualmente continúa en Electronics Arts (Vancouver, Canadá), empresa referente en el entretenimiento digital interactivo en todo el mundo.
Jaime se graduó en el 2019 como Ingeniero en Electricidad, con especialización en electrónica. Actualmente, la carrera se llama Electrónica y Automatización.
¿Qué lo impulsó a estudiar en la ESPOL?
Soy originario de Manta. Allá, cuando estaba por graduarme del colegio, conversé con mi familia sobre mi futuro. En ese momento me enteré que mi papá siempre soñó con ir a la ESPOL, pero fue algo que no pudo cumplir.
Eso, sumado a mi deseo de ser ingeniero y el renombre de la universidad, me hicieron decidirme por la ESPOL.
Hubo muchos desafíos a nivel económico y familiar, y el proceso de ingreso fue un reto, pero siempre tuve el apoyo de mi familia.
¿Guarda con cariño algún recuerdo de su vida universitaria?
Una de las cosas que más me gustaba de la ESPOL es que nos permitía tomar materias complementarias. En mi último semestre tomé una materia que se llamaba Administración de la Innovación. Ahí conocí a mi esposa.
Es decir, además de la formación profesional, la ESPOL me dio grandes personas. Ahí también conocí a mi grupo de amigos, que fueron padrinos de mi matrimonio.
También recuerdo a muchos profesores: el Dr. Agila, el profesor Livingston, el Dr. Martín.
Con el Dr. Martín tomé todas las materias que pude.
¿En qué actividades extracurriculares participó durante su vida estudiantil?
- En algunas:
- Club de debate
- Equipo de tenis
- Tuve acercamientos con el club de robótica.
- También tuve acercamientos con la política estudiantil.
Además, fui ayudante de cátedra en materias como Cálculo de varias variables, Electrónica I, Principios de electrónica y Control industrial.
¿De qué forma lo aprendido en la ESPOL le ha sido útil en su vida profesional?
Hay algo que me tocó bastante: en el tercer semestre de la carrera los ingenieros Montero y Pinela nos dieron una charla en la que nos dijeron:
“Posiblemente, muchas de las cosas que les damos ya no estarán actualizadas en los próximos años por alguna nueva tecnología o invento. Pero, lo más importante que se llevarán de aquí es aprender a resolver problemas, a seguir aprendiendo”.
Eso me ha servido muchísimo en mi día a día, porque trabajo en un campo donde siempre hay nuevos avances, cosas por aprender y desafíos por resolver.
¿Cómo llegó a Electronics Arts?
Mi esposa y yo emigramos a Canadá. Ella realizó un MBA y yo trabajé en una empresa de consultoría, en el manejo e infraestructura de datos para la toma de decisiones.
Entonces me llamaron de Electronic Arts. Yo siempre quise trabajar en una empresa donde pudiese impactar a millones de personas con mi trabajo, por eso me uní a su equipo de analítica de datos.
Estamos enfocados en la mejora continua, en la toma de decisiones basadas en datos, en la inteligencia de negocios para toda la organización, en dar insights y KPI para la mejora de productos y experiencia de nuestros jugadores.
¿Qué les diría a los estudiantes de la ESPOL que quieren llegar a lugares como en el que usted está actualmente?
Confíen en la ESPOL.
Muchas veces creí que había temas irrelevantes en la universidad, pero ahora como profesional considero que me han servido bastante.
También es muy importante que confíen en ellos mismos y tengan la inteligencia emocional necesaria para tomar riesgos. A mí, personalmente, me ha servido mucho la confianza en Dios.
El mundo y las empresas comienzan con personas.
Nunca debemos olvidar que tener mucho conocimiento técnico es importante para ser un buen profesional, pero al final, gran parte del éxito es ser buena persona. Creo que eso siempre tiene que estar con nosotros.
