Jorge Niola recuerda con claridad el día que ingresó a la ESPOL en 2005. Venía con el impulso familiar de alcanzar un título politécnico y, aunque al inicio tuvo tropiezos, encontró en la resiliencia y la disciplina la fórmula del éxito.
Hoy está al frente de una empresa líder en optimización energética, pero su camino no fue lineal. En la universidad perdió materias clave y tuvo que cambiar de carrera -de computación a electricidad- hasta encontrar su verdadera vocación.