ESPOL lleva conocimiento a niños y familias de una comunidad en el Golfo de Guayaquil

Mié, 07/10/2020 - 11:01

Enriquecer el aprendizaje con técnicas lúdicas de enseñanza, despertar la pasión por la naturaleza que los rodea y una concienciación sobre la acertada interacción entre la tecnología y la conservación del ecosistema. Ese es uno de los objetivos de un grupo de politécnicos de la Facultad de Ingeniería Marítima y Ciencias del Mar que, a través de charlas y talleres virtuales, impulsan en niños de la comuna Bellavista, en el Golfo de Guayaquil, una comunidad que desde 2015 no tiene acceso a escolaridad.

El proyecto ha sido bautizado como Estrategias de desarrollo acuícola para mitigar el impacto socioeconómico en comunidades del Golfo de Guayaquil ante pandemia Covid-19. El mismo es realizado en coordinación con la Unidad de Vínculos con la Sociedad de la ESPOL, y  dirigido por la profesora Alba Calles, con la participación de seis estudiantes de la carrera de Acuicultura: Carlos Palacios, Patricia Aguilar, Ronald Aponte, Angie Valverde, Wilson Rivadeneira y César Valle.

El programa se inició de forma virtual el 1 de junio de 2020 en el contexto de la pandemia; sin embargo, forma parte de un proyecto anterior, iniciado en 2017, en el que los politécnicos capacitan en producción acuícola a pescadores artesanales de las comunidades Puerto Libertad, Bellavista y Cerrito los Morreños, de la zona conocida como Don Goyo.

Alba Calles indica que para llegar a estas comunidades solo se puede acceder en botes, en un trayecto de más de una hora. Cuando iniciaron las restricciones de aislamiento por la pandemia, decidieron aprovechar la virtualidad —a la que antes no tenían acceso en Bellavista— para llegar a los niños de la comunidad.


Ubicación de la comuna Bellavista en el mapa.

“Ellos no están recibiendo educación desde hace cinco años, no tienen escuela ni profesores…”, asegura la docente y añade que el equipo de ESPOL enseña a los niños contenido de matemáticas o lengua, por ejemplo, relacionándolo con el medioambiente y su entorno: el manglar, los animales y el respeto al ecosistema. “Están aprendiendo a leer y escribir con actividades lúdicas relacionadas a su entorno”, puntualiza.

Estudiantes de Acuicultura y niños de la comuna Bellavista que participan en el proyecto.

Más del 50% de las familias de Bellavista participan activamente, con niños cuyas edades fluctúan entre los 4 y 11 años, quienes además del apoyo académico, han recibido kits escolares básicos individuales para que puedan dar seguimiento a lo aprendido.

Esta fase concluirá el 18 de diciembre. “Nuestra decisión es extender este proyecto a la mayor cantidad de comunidades del Golfo, para que todos los niños tengan una ilusión y sueño que se haga realidad”, comenta Alba Calles. Añade que para una próxima etapa se sumarán más iniciativas que puedan aportar al proyecto,  desde otras áreas de ESPOL, como plataformas educativas ya existentes o trabajos que mejoren la conectividad de internet o implementen paneles solares que les provean electricidad, por mencionar algunas.

Los estudiantes politécnicos, quienes realizan sus prácticas comunitarias, han encontrado una gran motivación en la respuesta recibida por los participantes y sus familias, reflejada en sonrisas y avidez de conocimiento por parte de los niños y en el involucramiento de los padres, quienes se han convertido en los principales colaboradores de la iniciativa, pues históricamente han sentido la falta de oportunidades para forjar un futuro para sus hijos.

Izq: la profesora Alba Calles durante el envío de kits junto a los líderes comunitarios Félix Domínguez y Leonardo Lindao. Der: Antes de la pandemia, el trabajo de los politécnicos, estaba enfocado en capacitar en producción acuícola a pescadores artesanales de las comunidades Puerto Libertad, Bellavista y Cerrito los Morreños.