La Chela Científica llegó a su última edición del 2025 tras una temporada en la que visitó Quito, Cuenca, Manta, Tena y Santa Cruz. Para este encuentro, de vuelta en Guayaquil, se abordó cómo transformar la investigación en soluciones que cambien procesos, industrias y territorios.
Durante la conversación, se resaltó la importancia de la colaboración entre la academia, la industria y el Estado para abordar problemas reales.
Entre los ponentes estuvieron María Verónica Ordóñez, coordinadora de Ingeniería Química de la ESPOL; María José Pérez, representante del Ministerio de Producción, Comercio Exterior e Inversiones; Félix García, de Chemie y Patricio Román, consultor y estratega internacional.
El panel analizó desafíos como la baja inversión en ciencia y tecnología en Ecuador en comparación con el promedio mundial del 1,7 %, y la desconexión entre la investigación académica y las necesidades de la industria.
“Algo muy importante es que la academia no solo se enfoque en que la ciencia funcione, sino que se pueda traducir en impacto y que se pueda traducir también en rentabilidad. Si no hay, ese negocio dentro de la ecuación no hay esa conexión con la industria”, dijo María Verónica Ordóñez.
Entre las soluciones propuestas se mencionaron fomentar una mejor comunicación, construir confianza y crear espacios de colaboración. También se destacó el rol del Estado en generar políticas e instrumentos que faciliten esta interacción y cofinanciar proyectos que aseguren el compromiso de las partes.
“La convergencia entre la biotecnología, digitalización y economía circular ofrece a la ESPOL la oportunidad de liderar la transformación del sector agroindustrial ecuatoriano hacia un modelo más competitivo, sostenible y resiliente al cambio climático”, dijo Patricio Román.