Programa Dona Futuro realizó primera entrega de ayuda económica a estudiantes vulnerables de ESPOL

Mié, 22/06/2022 - 16:40

Detrás de cada persona hay una historia. Resiliencia, talento, esfuerzo, luchas emocionales, físicas o económicas; ganas de superación y el sueño de graduarse en la mejor universidad pública del país son algunos aspectos de la historia particular de 25 estudiantes de la ESPOL.  
 
Ellos son los primeros beneficiarios del programa filantrópico Dona Futuro, ejecutado por la Fundación de Ayuda a la Educación y la Junta del Fideicomiso Asistencia Alumnos Vulnerables de la ESPOL, con el fin de asistir a los estudiantes de la Politécnica del Litoral en situación de vulnerabilidad. 
 
Este miércoles 22 de junio las historias de Héctor, Robert, Saray, Brandon, Bercelio, Giulliana, Andrea, Moisés, Kevin, Johanna, Jesús, Melanie, Nadia, Shirley, Manuela, Isaac, Mawar, Jean Carlos, Gabriela, Romina, Anthony, Miguel, Óscar, Angie y Gloria recibieron un impulso para cumplir sus sueños y convertirse en agentes de cambio. Estos jóvenes forman parte del primer grupo de estudiantes politécnicos que reciben fondos a través del programa Dona Futuro, para su manutención y para solventar gastos de salud.

Mientras pasaban al escenario para recibir un cheque simbólico, en un acto sencillo y emotivo, realizado en el edificio STEM, fueron reconocidos y aplaudidos -con sentimientos de empatía y emoción- por empresarios, miembros de la comunidad alumni, y representantes de la sociedad civil, de la Fundación de Ayuda a la Educación y de la Junta del Fideicomiso Asistencia Alumnos Vulnerables de la ESPOL, actores que hoy tienen el privilegio de formar parte del camino académico, personal y profesional de estos estudiantes talentosos de la ESPOL. 
 
Melanie, por ejemplo, quien estudia Diseño Gráfico, expresó que antes de enterarse de esta buena noticia, había pasado una semana difícil por problemas de salud, pero el anuncio la llenó de alegría. “Puede ser un mal día, una mala semana, pero no es una mala vida. El haber ingresado a la ESPOL ya es mucho y podemos seguir adelante”, puntualizó.  
 
Mientras tanto, su madre, Verónica, la escuchaba emocionada. “Me siento orgullosa de ella, desde pequeña ha sido una niña ejemplar”. 
 
Este sentimiento también lo compartió la mamá de Giulliana, quien no solo mostró alegría por su hija, sino por cada uno de los estudiantes beneficiados. Por su parte, Giulliana, alumna de la carrera de Biología, expresó su felicidad y su meta a futuro: Ayudar a los demás. 
 
La rectora de la ESPOL, Cecilia Paredes, se sumó a estas historias de vida, compartiendo una muy personal: “Hace unos 60 años, Modesto fue un joven que quiso estudiar Arquitectura. Pero su vida en Ancón era modesta. No siempre podía alimentarse bien… y era aún más difícil pensar en comprar libros, hacer maquetas, movilizarse hacia la universidad. Su esfuerzo y su aptitud lo acercaron a una beca de la Marina Mercante de Colombia. Su formación le permitió salir adelante, continuar soñando y guardar dinero para luego de unos años estudiar Ingeniería Mecánica en la ESPOL. Mientras estudiaba, se embarcaba, cada cierto tiempo, para poder ganar el dinero que le permitía seguir manteniéndose. En 1971, justamente el año que yo nací, se graduó mi papá… Sin esa primera ayuda Modesto Paredes, mi padre, quizás no hubiese sido un profesional… y tal vez yo no estaría hoy con ustedes”.  
 
“Quiero que sepan -añadió- que muchos de mis profesores, y muchos de sus profesores hoy en día, provenimos de hogares donde se necesitó un gran esfuerzo para superar adversidades económicas. Hoy esperamos que ustedes sigan ese ejemplo… que crean en sus capacidades, su esfuerzo, su dedicación y que construyan un camino que dentro de unos años los lleve a ser prósperos profesionales, tal vez profesores en nuestra querida ESPOL y puedan ser modelos de profesionales e impulso para el desarrollo de ustedes, su familia, nuestro país y el mundo”, agregó emocionada.  

Dona Futuro

 
Colaboraciones solidarias  

Como parte de la primera entrega de fondos de Dona Futuro, estos 25 estudiantes -de distintas unidades académicas-, reciben el aporte económico de USD$ 2 400 al año, para su manutención mientras continúan sus estudios académicos; y 19 estudiantes, de este primer grupo, contarán además con una contribución económica para cubrir sus gastos de salud por un año. 
 
Esta primera entrega fue posible gracias a la generosidad de grupos empresariales; miembros de la sociedad civil y de la comunidad Alumni ESPOL; colaboraciones solidarias que tienen un espacio en el Sendero de la Solidaridad y en el Jardín de la Solidaridad, del programa Dona Futuro, en el campus Gustavo Galindo Velasco. Durante el acto de entrega de donaciones, se reconocieron los aportes de empresas como Grupasa, Difare y Agripac.
 

Reflexiones solidarias 

 
 “Somos guerreros llenos de sueños, que se levantan día a día para prepararse (…) con la meta de seguir adelante, ser prósperos e inspirar a las otras personas…”,
Manuel Naranjo, alumno de la ESPOL.  

 
“Cuando vivimos la oscuridad profundamente, también vemos las estrellas brillar (…) Aprovechen este momento para construir un futuro mejor (…) ¡Bienvenidos al mejor momento de sus vidas, el presente!”,
Caterina Costa, presidenta de la Junta del Fideicomiso Asistencia Alumnos Vulnerables de la ESPOL.

 

“Todos en algún momento tuvimos una historia cercana de un compañero, amigo que no ha tenido para almorzar, movilizarse… Hoy se inicia una ayuda a largo plazo que me llena de orgullo”,
Carlos Quezada, presidente de la Fundación de Ayuda a la Educación.  
 

Dona Futuro