En Ecuador en el 2019, emprendieron alrededor de 3.6 millones de habitantes

Mié, 15/07/2020 - 18:55

El emprendimiento es un elemento crítico en el crecimiento, especialmente en países en desarrollo como es el caso de Ecuador, donde contribuye al fortalecimiento de las cadenas de valor. Durante 2019, más de 1 de cada 3 adultos en Ecuador iniciaron un negocio. Esto se traduce en aproximadamente 3.6 millones de habitantes, según datos elaborados por ESPAE, Escuela de Negocios de la ESPOL, que hoy dio a conocer las cifras de Emprendimiento del país resultadas del Reporte GEM, por sus siglas en inglés (Global Entrepreneurship Monitor) 2019, reconocida investigación académica sobre la actividad emprendedora en el mundo.

De acuerdo con los resultados globales, en 2019 los países de América Latina y el Caribe presentan las tasas más altas. Chile obtuvo una TEA de 36.7%, muy superior a la obtenida en el 2018 que fue de 25.1%, teniendo la tasa más alta de toda la región. El cambio de Chile es principalmente impulsado por un aumento de 11 puntos porcentuales en la tasa de emprendedores nacientes, mientras que la tasa de nuevos se mantiene aproximadamente constante en comparación con el año anterior. 

Uno de los principales indicadores del GEM es la tasa de Actividad Emprendedora Temprana (TEA), que incluye a todas las personas adultas que están en el proceso de iniciar un negocio, o han iniciado uno que no sobrepasa el umbral de 42 meses. Este año la TEA de Ecuador se ubica en 36.2%, superada por Chile con 36.7%.

Específicamente, la TEA se compone de dos tipos de emprendedores: emprendedores nacientes y nuevos. Los nacientes son las personas entre 18 y 64 años que están tomando acciones para la puesta en marcha de un negocio, o han empezado uno, pero aún no han pagado sueldos o salarios por más de tres meses.  Los emprendedores nuevos son personas, también entre 18 y 64 años, que han pagado sueldos o salarios por más de tres meses, pero menos de 42.

En 2019 Ecuador presentó una TEA de 36.2%, superior a la de 2017 que fue de 29.62%. El cambio en 2019 se da principalmente porque hay más personas, emprendedoras nacientes, tomando acciones para poner en marcha un negocio, que aún no está en funcionamiento.

En esta edición se incorporaron 4 motivos, por los cuales las personas emprenden. Uno es porque observaron escasez en el mercado laboral. Segundo, están vinculados a una empresa familiar. Tercero, desean incrementar sus ingresos. El cuarto es porque persiguen un fin o propósito social. 

Para llevar a cabo el estudio del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), que se realiza en 54 países, se utilizan dos cuestionarios en paralelo; el primero es aplicado a una muestra de al menos 2000 personas de la población adulta (APS), y el segundo es una encuesta nacional que evalúa a 36 expertos con conocimientos y experiencia a nivel nacional sobre el emprendimiento.

 

Impacto de la COVID-19 en emprendedores ecuatorianos

Estos son los resultados de una encuesta realizada por el equipo GEM Ecuador a 150 dueños de negocios, además de un resumen de entrevistas a 6 expertos de organizaciones de apoyo al emprendimiento. 

De este grupo, 37 participantes indicaron haber cerrado sus negocios durante los meses de la pandemia. Los 113 encuestados representan a negocios pequeños o medianos de diferentes sectores de la economía, teniendo mayor representatividad los emprendimientos del sector de información y comunicaciones (22%). 

Evidentemente, debido a las diferentes medidas restrictivas, la demanda de bienes y servicios ha disminuido drásticamente en Ecuador. Un 24.67% de los encuestados cesaron sus negocios, indicando como principal razón la pandemia. A esto se puede sumar que el 69% indicó haber sufrido un efecto negativo con la pandemia, y en relación con este, el 23% manifestó haber sido fuertemente afectado por la crisis, existiendo el riesgo del cierre de sus negocios. Así mismo, manifestaron haber alcanzado una recuperación de su cartera de un 47.89% en el período de marzo-mayo 2020, proporción que disminuyó en un 20% en comparación al mismo período del año 2019.

De igual forma, aproximadamente el 30% de las firmas indicaron que, de continuar las mismas restricciones, sobre todo aislamiento y el distanciamiento social, podrían sobrevivir hasta 3 meses.

 

Reacciones frente a la pandemia 

La medida más común tomada por las firmas, ha sido la de aumentar esfuerzos de marketing (61.1%) y en relación con esto 57.5% indicó que se encuentran ofreciendo nuevos o servicios que antes no ofrecían. Esta nueva oferta podría ser en parte un resultado de las actividades de marketing. Un 37.2% intentará refinanciar sus deudas bancarias.

Otro ámbito de reacción es la gestión del talento humano, el 46.9% indicó que ha implementado el teletrabajo como su modalidad de trabajo. Sin embargo; el 46.9% indicó que la mayoría de sus empleados no pueden trabajar en esta modalidad. Sería interesante analizar cuáles son las barreras que impiden que más firmas se sumen al teletrabajo. Finalmente, debido a la disminución de la demanda y la recesión causada por la pandemia, el 13.3% de los encuestados ha despedido personal, el 32.7% manifestó haber reducido horas de trabajo, y, en la misma línea, el 16.8% recurrió a la disminución de salarios.

 

Políticas Públicas para la ‘post pandemia’

La crisis sin precedentes causada por la pandemia de la Covid-19, el confinamiento de las ciudades durante varios meses más la delicada situación fiscal pre-covid19, sugieren que la economía ecuatoriana observará efectos negativos por algún tiempo. Para el año 2020, se prevé una caída de la economía de entre 7-10%, con la consecuente caída en el empleo. El emprendimiento puede jugar un rol importante en aminorar los efectos de esta delicada situación, pero una activa política pública es necesaria para una reacción rápida.

La Ley de Emprendimiento, aprobada en febrero 2020 es un primer paso. Sin embargo, sin una adecuada implementación, su impacto puede ser muy pequeño. Una señal de la vigencia de este riesgo es que a pesar de que la Ley establece un plazo máximo de 90 días para la emisión del Reglamento; a la fecha no se ha expedido.

En un contexto de contracción, debido a la caída del empleo, es de esperar un incremento en los emprendimientos motivados en la necesidad. Políticas de apoyo financiero para pequeños negocios son indispensables  para resolver esas necesidades e impedir un crecimiento de la pobreza.

Muchos negocios han experimentado severas complicaciones en liquidez y eventualmente en solvencia.
Se requiere políticas que se orienten a facilitar cierres y ‘reconversiones’ de negocios que permitan seguir operando y minimizar el tiempo sin generación de ingresos.

Identificar políticas de apoyo a los emprendedores ‘nuevos’ -que han empezado un negocio por la pérdida de empleo, que vayan más allá del financiamiento de su negocio: facilidad en las hipotecas, refinanciamiento de deudas, etc.

Dado que los recursos son (más) limitados, enfocar el apoyo para emprendedores en sectores que tengan mayor potencial de crecimiento post-pandemia. Identificar oportunidades concretas de internacionalización para los emprendimientos existentes, que pueden reemplazar la disminución de oportunidades en el país.

El emprendedor está habituado a trabajar en ambientes de incertidumbre. La complejidad de la situación requiere que todos los involucrados en el ecosistema emprendedor, incluyendo a gobierno, empresas existentes, y academia entre otros contribuyan en el proceso de recuperación.