ESPOL siempre a la vanguardia en la prevención del hongo Fusarium Raza 4 Tropical

Vie, 14/05/2021 - 09:13

La producción bananera del Ecuador y del mundo soporta una amenaza latente, la llegada del hongo Fusarium Raza 4 (FocR4T), plaga que tiene expectante al país, pues va propagándose de forma devastadora en el sector agrícola de los países productores de esta fruta. El hongo FocR4T es catalogado internacionalmente como la plaga más destructiva para el banano y su infestación está incluida entre las diez enfermedades más poderosas en la historia de la agricultura.

El FocR4T está ya en más de 20 países, distribuidos en los cuatro continentes donde se produce la fruta: Asia, África, Oceanía y América; y ha arrasado cientos de miles de hectáreas, causando cientos de millones de dólares en pérdidas para las economías nacionales de estas naciones.

En 2019 comenzaron a detonarse las alarmas en Sudamérica, cuando se confirmó su inminente llegada a la fronteriza república de Colombia, con el consiguiente riesgo de propagación a los países vecinos. En estos escenarios son fundamentales las actividades de educación y comunicación dirigidas a los productores, para que estén informados y realicen las actividades de vigilancia, monitoreo y prevención necesarias en los cultivos.

Siguiendo esta línea, en 2020, ya el experto politécnico Freddy Magdama, Ph. D., docente-investigador del Centro de Biotecnología, CIBE-ESPOL, divulgó los resultados de su investigación científica realizada para que el personal técnico del sector bananero ecuatoriano pueda identificar, en caso de presentarse, de manera rápida y oportuna, los síntomas asociados con la patología del FocR4T.  Para garantizar la máxima socialización de dicha investigación, esta se divulgó de forma abierta y gratuita, y continúa a disponibilidad en la siguiente dirección: https://www.espol.edu.ec/fusarium-r4t.

Hoy, en 2021, la realidad es mucho más compleja, el pasado 12 de abril, fue confirmada de manera oficial la llegada del hongo FocR4T a Perú, por las autoridades agrosanitarias de dicho país.

Vale mencionar que uno de los aspectos que facilitan la propagación de esta plaga es que no solo se transmite de planta a planta, sino que viaja entre países por aspectos tan difíciles de controlar como la simple tierra contaminada adherida al calzado o las botas de personas que provienen de las zonas afectadas, puesto que la plaga se apodera del suelo, pudiendo permanecer en él y en residuos de plantas afectadas por varias décadas.

En Ecuador se han incrementado sustancialmente las medidas ante esta emergencia que rodea a nuestra industria bananera, que junto con la camaronera son las mayores fuentes no petroleras de divisas y oportunidades de empleo en el país.

Las autoridades gubernamentales de agricultura han dispuesto el control de viajeros terrestres internacionales y sus equipajes, desinfección del calzado de los viajantes, desinfección de vehículos de carga que ingresan al país, así como la desinfección del 100% de los contenedores que arriban, mediante arcos de desinfección implementados en los puertos marítimos.

Nuevamente la investigación de ESPOL a la vanguardia contra el FocR4T
El patrimonio agrícola del Ecuador ha entrado en uno de los mayores riesgos de su historia. Nuevamente la ESPOL, a través del Centro de Biotecnología y nuestro experto en Fitopatología, Freddy Magdama, Ph. D., quien además es miembro de la Fuerza de Tarea Nacional, lidera un proyecto de investigación que haría posible el combate e incluso la prevención del Fusarium Raza 4 Tropical (FocR4T), a través de lo que se denomina, “un coctel de microorganismos” que lucharían en contra del Fusarium y se aplicarían en campo.

La investigación es un trabajo en conjunto con los investigadores Francisco Flores, Ph. D., de la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE) y Jennifer Yánez, Ph. D., de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE).

Magdama, explica de qué se trata este “coctel”: “Estudiamos el microbioma (microorganismos) de plantas de banano Gros Michel afectadas por la Raza 1 de Fusarium para entender las comunidades microbianas en los tejidos de las plantas, y tratar de aislar aquellos grupos que puedan servir de antagonistas, adversarios, para el hongo, es decir, son microorganismos benéficos para controlar al patógeno en campo. No son cualquier cepa benéfica, sino grupos identificados con secuenciación de próxima generación, tecnología del más alto nivel”, indica.

El investigador politécnico añade: “Estamos ahora evaluando una colección de más de 400 cepas candidatas para este fin. Es decir, seleccionar grupos funcionales para que puedan ser aplicados en campo y mitigar el impacto de Fusarium Raza 4”. 

Los esfuerzos de esta investigación no solo van enfocados al manejo de la enfermedad, sino que también estudian alternativas para su prevención. Para ello evalúan la eficacia de algunos desinfectantes, de marcas locales, para determinar los mejores a aplicarse en campo. 

Freddy Magdama indica que han evaluado diferentes dosis de productos sobre las clamidosporas del hongo (esporas que sobreviven en el suelo por largos periodos), usando como modelo cepas de la Raza 1. “Si funciona con la Raza 1, funcionará con la Raza 4”, explica el científico.

Estos desinfectantes se usan en la prevención de propagación de la planta, por ejemplo en pediluvios (baño de zapatos) y rodaluvios (para lavado de llantas) desinfecciones que se dan antes del ingreso a los sitios de producción de la fruta. “La idea es destruir cualquier rastro del hongo que facilite su dispersión. La desinfección también se realiza a superficies, herramientas, maquinaria de trabajo, etc., como una actividad necesaria y un componente fundamental entre las prácticas de bioseguridad a seguir”.

Estos trabajos liderados por Freddy Magdama, desde el CIBE-ESPOL, forman parte del proyecto Iniciativa Fusarium, una plataforma multipropósito para la prevención y manejo de la Fusariosis Raza 4 Tropical en Ecuador cuya Fase 1 se denomina: Efectividad de productos desinfectantes y análisis de microbiomas asociados a banano. 

La Corporación Ecuatoriana para el Desarrollo de la Investigación y la Academia, CEDIA, financia este importante trabajo que, en palabras de Magdama, generará información y tecnología de gran valor que se transferirá a los productores de forma práctica. “Ellos sabrán qué desinfectantes funcionan y qué productos se pueden utilizar para prevenir y mitigar el impacto de este hongo devastador”, enfatiza.

Al momento, la fase 1 del proyecto está por culminar, próxima a publicarse a través de artículos científicos. Inmediatamente luego, viene la etapa de las capacitaciones respectivas a todo el sector bananero, para la transferencia del conocimiento. 

ESPOL se complace en ser parte de este aporte, que expresa nuestro compromiso de desarrollar y difundir innovación e investigación de alto impacto, acorde a las demandas de la sociedad y el sector productivo del Ecuador y del mundo.
 

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