Con los ojos vendados y con la ayuda de un guía, quien se aseguró de preguntar si la persona se sentía cómoda en todo momento, inició un pequeño recorrido para experimentar el mundo de una forma distinta. Lo primero y más importante fue aprender a depositar toda la confianza en el guía quien, con su voz, advertía de un pequeño desnivel en el suelo y, luego, invitaba a detenerse para sostener un objeto. Se distinguían texturas y formas que incitaban a imaginar lo que se tenía en frente.
Una figura de papagayo tallada en palo de balsa, un cuenco de madera con lentejas y una escultura de metal en forma de manzana fueron algunos de los elementos que varios asistentes identificaron solo con el sentido del tacto. Esta actividad fue una experiencia que potenció los sentidos y que se desarrolló el lunes 9 de diciembre en el Teatro ESPOL, en el campus Gustavo Galindo Velasco.
Los asistentes participaron de una experiencia sensorial con ayuda de guías.
Formó parte de la programación que la Dirección de Arte y Cultura de la Politécnica del Litoral promovió por el Mes de la Discapacidad, que se conmemora en diciembre. Previo a esta dinámica, que estuvo abierta a todo el público, artistas con discapacidad visual compartieron su talento y entusiasmo sobre el escenario. Vestidos con trajes típicos, sombreros de paja toquilla y pañuelos, deleitaron a los asistentes al ritmo de una chacarera argentina, de una marinera peruana y de un mix de cumbias colombianas. Brindaron un espectáculo de esos que despiertan emociones y perduran en la memoria de los espectadores por mucho tiempo.
La presentación del programa estuvo a cargo de Gloria Febres Cordero, directora de Arte y Cultura de la ESPOL. Dennis Maroto, directora de la Fundación Andar EQ, ofreció una charla denominada Turismo para todos, en la que expuso la forma en la que organizan paseos inclusivos recreativos y los retos a los que se enfrentan las personas con discapacidad durante los recorridos por la ciudad.
Luego de la exposición de la representante de la Fundación Andar EQ, Laura Chávez y Miguel Alvarado, quienes tienen discapacidad visual y pertenecen a la Escuela Municipal de Ciegos 4 de enero, compartieron sus experiencias con el público. Laura, contadora, y Miguel, ingeniero comercial, relataron cómo aprendieron a descubrir el mundo de nuevo, cuando por enfermedades degenerativas perdieron la visión.
Ambos, con humor y una actitud positiva que contagió a todo el auditorio, compartieron importantes mensajes de vida. “Aprendí a caminar, escribir, leer, y hacer lo que normalmente hacía en la vida cotidiana. He aprendido que no hay límites, que el límite se lo pone cada ser humano, teniendo o no una discapacidad”, expresó Miguel.
Miguel Alvarado y Laura Chávez compartieron con los asistentes su testimonio.
Como cierre del programa cultural de aquel lunes, en el que se promovió el arte inclusivo, la voz potente y grave del politécnico Andrés Lau se destacó en el Teatro al cantar Strangers in the Night y My Way, conmoviendo al público que lo aplaudió y disfrutó de la presentación de principio a fin. Estas melodías se convirtieron en el final perfecto para una tarde en la que el talento, la alegría y el amor por la vida de estos grandes artistas, hicieron vivir una experiencia única a cada espectador que se mantuvo extasiado, apreciando el espectáculo y haciendo una reflexión introspectiva desde sus butacas.
Andrés Lau, durante su presentación artística en el Teatro ESPOL.